door Milagros Orellano 3 jaren geleden
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En tiempos anteriores el hombre se preguntaba: "¿Estoy dispuesto a hacer lo que debo?". Pero en estos tiempos la pregunta es otra: "¿Cómo saber qué es lo que debo?"
El argumento hoy más recurrido para calmar la conciencia es el del consenso. Algo es verdadero si hay consenso acerca de ello.
Tras la renuncia a una tabla de valores y de doctrinas permanentes e inalienables, a los dogmas sobrenaturales y a las verdades naturales, el relativismo, anuncia la supervivencia de un solo absoluto: que todo es relativo.
El fideísmo, o sea, el hecho de creer porque se cree, sin basamento alguno en lo que diga la razón.
El evolucionismo, según el cual la verdad es algo en perpetua transformación.
Para Eucken, también neokantiano, la verdad es hija del tiempo.
El pragmatismo: "La actitud mental propia de quien, al hacer sus opciones, excluye el recurso a reflexiones teoréticas o a valoraciones basadas en principios éticos."
El relativismo se muestra así como el nuevo código ético, el código hoy imperante. Todo puede ser, alternativamente, positivo o negativo. No existe nada absoluto.
Los rasgos típicos de la sociedad actual que hemos ido analizando, la masificación, el desarraigo, el igualitarismo, la falta de interioridad, etc.
Las naciones son meros municipios de la economía globalizada. Las empresas inversionistas extranjeras están siempre dispuestas a desmantelar sus instalaciones en busca de lugares que les ofrezcan mejores condiciones dejando fácilmente en la calle a numerosos trabajadores, y a veces a los habitantes de localidades enteras.
La falta de trabajo obliga a millones de personas a hacer colas permanentes, buscando trabajo donde ya no existe. Siempre pendientes de un hilo de esperanza, se cuidarán de la menor reclamación que pudiese influir en el rechazo de sus presuntos empleadores.
Sólo será "útil" el que es "rentable", es decir, el que sea capaz de agregar ganancias a las ganancias.
El trabajo, exaltado en los discursos, se ha convertido en algo superado y arcaico, fuente de pérdidas financieras.